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Finca Los Aljibes formó
parte, el pasado 27 de septiembre, del escogido grupo de bodegas
invitadas a participar en la Fiesta de la Vendimia, evento organizado
por ‘La Casa Grande’. Este prestigioso complejo cultural y gastronómico,
ubicado en Torrejón de Ardoz (Madrid), viene albergando anualmente,
desde 1987, la celebración de la cosecha de la uva, creando una
atmósfera especial y favoreciendo que la prensa especializada, los
profesionales del sector vinícola y otros invitados puedan catar
excelentes vinos e intercambiar opiniones con sus elaboradores.
En esta edición dedicada a los Vinos de la Tierra, participaron
además de Finca Los Aljibes otras siete destacadas representantes de
esta indicación de calidad: Abadía Retuerta, Dehesa del Carrizal,
Encarvio, Grupo Yllera, Medina Hermoso, Vallegarcía y Venta D, Aubert.
Cada bodega disponía de un stand en el que los más de cuatrocientos
asistentes entre ellos el alcalde de Torrejón de Ardoz, Pedro Rollán
tuvieron a su disposición los vinos más emblemáticos de cada casa.
'Aljibes 2004', 'Aljibes Syrah 2004', 'Viña Aljibes Tinto 2004', 'Viña
Aljibes Blanco 2006' y el vino de autor 'Selectus 04' fueron las
elaboraciones presentadas por Finca Los Aljibes.
Pero la verdadera fiesta cuyo objetivo no es otro que promocionar
los vinos de España en un marco incomparable y rendir tributo a la
tradición vinícola de La Casa Grande no comienza hasta que se bendice
la cosecha del año y se ponen en marcha las magníficas prensas que, a la
antigua usanza, convierten en mosto más de 3.000 kilos de uva.
Manuel Lorenzo, en representación de Finca Los Aljibes, fue el encargado
de recoger la distinción otorgada a la bodega por aportar la uva que
poco antes había sido prensada. La fiesta continuó con un cocktail-cena,
amenizada por un grupo de baile.
La Casa Grande:
Esta casa de labor fue fundada por la emperatriz
María de Austria, hermana de Felipe II, en el siglo XVI, convirtiéndose
pronto en una de las mayores explotaciones vinícolas de la meseta
central. En 1912, la imperial Casa Grande fue calificada como ‘Granja
Modelo’, cuando contaba con más de 100 hectáreas de viñedo en propiedad y
una bodega con capacidad para 250.000 litros de vino. Desgraciadamente,
hacia 1920, la plaga de filoxera truncaría su andadura como bodega
elaboradora, y en 1928 cerraría definitivamente sus puertas .
Rafael Onieva adquiriría en 1973 la propiedad, en estado de ruina, con
el único objetivo de restaurarla y devolverla a su antiguo esplendor.
Hoy en día, con más de cuatrocientos años de historia ente sus muros, es
un conjunto histórico, cultural y gastronómico de primera línea. Esa es
la razón de que cada año La Casa Grande recobre sus aires de antaño y
el mosto fresco vuelva a salir de las añejas prensas y a recorrer el
centenario lagar, celebrando una nueva vendimia.
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