miércoles, 2 de febrero de 2011

La Casa Grande de Torrejón, al descubierto Kallejeo visita esta emblemática construcción y su Museo de Iconos

Interior de la Casa Grande de Torrejón


Por: Corresponsal - Esmeralda González Recio - Publicación: Martes, 11 de Enero de 2011 - 08:00 en La Casa Grande
Al llegar la Guerra Civil española, fue bombardeada repetidas veces, expoliada y quedó prácticamente destruida hasta que la recuperó Rafael Onieva, un gran amante del lugar que se encargó de restaurarla por completo y convertirla en lo que es en la actualidad.

Aunque prácticamente todos los torrejoneros saben dónde está la Casa Grande, no son muchos los que conocen todos sus secretos. Por eso, desde Kallejeo queremos contaros todo lo que esconde este histórico lugar datado en el Siglo XVI.

Gracias al paseo organizado por el blog cultural y de ocio Ne tempus fugat y la página web www.parqueeuropa.info, y de la mano de Virginia Hernández, toda una experta en la Casa Grande, pudimos descubrir todos sus rincones y leyendas.
Actualmente alberga un hotel, un restaurante, una tienda gourmet y uno de los museos de Iconos más importantes de Europa Occidental, pero no siempre ha sido así. En la época de los Austrias, era una casa de labor de los jesuitas que surtía de vino y otros productos agrícolas a la Corona.

El Marqués de Lozoya fue el primero en datarla en el Siglo XVI, pero muchos historiadores del arte, entre ellos nuestra guía Virginia Hernández, afirman que es medieval, según la arquitectura de alguna de sus salas, como por ejemplo el Salón de las Bóvedas.


La Casa Grande tiene varios salones llenos de historia y hoy en día podemos, incluso, comer o cenar envueltos en esa época, rodeados de armaduras, tapices y cuadros. Por ejemplo en el Salón de arcos, en su momento dormitorio de más de mil jesuitas.

Destacan también el Salón de la Chimenea, donde Carlos IV descansaba después de cazar en un coto situado donde ahora está la Base Aérea de Torrejón, y el Salón de la Orden del buen vino, donde los monjes cataban la bebida que ellos mismos fabricaban.

Todo lo hacían en el Lagar de la Casa que aún contiene dos prensas de usillo de madera gallega originarias (que se ponen en funcionamiento una vez al año, el día de la Fiesta de la Vendimia) y en las Cuevas que albergan las enormes tinajas que servían para curar el vino.

Desde ahí se llega a una de las salas más importantes por su contenido, el Museo de Iconos. Es una colección privada de más de 1.200 obras (de las cuales están expuestas la mitad) representativas de las escuelas más importantes, como Constantinopla, Creta o Moscú.

Sergio Otzoup fue el iniciador de esta muestra que acabó (junto a otras piezas como la cama de la Zarina de Rusia o una pila bautismal ortodoxa) en Torrejón, gracias a su amigo, el Marqués de Lozoya, el primer tasador de la Casa Grande.

La entrada al Museo cuesta sólo dos euros y ver el resto del complejo cultural también es barato y posible los fines de semana y los días festivos, gracias a las visitas guiadas que organiza la Casa. Merece la pena el paseo para comprobar que Torrejón tiene una Historia Real.

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